• Autor: NPK PYME

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En la actualidad se está desarrollando una gran transformación de cómo se fabrican las cosas. Cada vez más productos están siendo desarrollados por máquinas automatizadas y robots. Una “revolución industrial 4.0” causada por la digitalización de la economía. Esto fue un tema central en el Foro Económico Mundial de Davos en diciembre de 2015, donde economistas e instituciones europeas elaboraron informes sobre el futuro del trabajo, y entre ellos, las posibles consecuencias de la digitalización para los trabajadores. En mayo de 2017, la Fundación Friedrich Ebert realizó una conferencia en Vietnam enfocada en la misma línea y buscando responder las siguientes preguntas: ¿Cuál es el impacto de la transformación digital en las economías asiáticas? ¿Fue justa e inclusiva esta transformación?

En el transcurso de las tres revoluciones industriales, muchos trabajadores perdieron su trabajo y su situación empeoró; sin embargo se crearon nuevos puestos de trabajo, en especial en el sector industrial, y en aquellos sectores que demandaron mano de obra intensa. Luego la situación fue cambiando debido a la implementación de regulaciones gubernamentales y a la ejecución de medidas innovadoras de parte de los empresarios. Los cambios actuales forman parte de dos revoluciones que están ocurriendo simultáneamente: la revolución social y la tecnológica. La transformación digital va a modificar profundamente los procesos de producción que utilicen tecnologías de vanguardia y robótica, cuyo objetivo será agilizar y aumentar la productividad de las compañías. Sin embargo, esto va a llevar a la pérdida de puestos de trabajo y a un deterioro importante de la situación laboral.
Mientras tanto, en China los robots están en el centro de un extenso y ambicioso plan del gobierno, para actualizar las fábricas haciéndolas automatizadas y tecnológicamente avanzadas. El reemplazo de los trabajadores en línea ayudará a compensar la disminución de la población en edad laboral. Mientras tanto, Beijing planea concentrarse en la automatización de sectores como el automotriz, la electrónica, los electrodomésticos, la logística y los alimentos. La “revolución del robot” propuesta por el presidente Xi Jinping en 2014 genera temores de mayor desigualdad, ya que los beneficios de una mayor productividad están sesgados hacia los propietarios del capital, a expensas de los trabajadores.

Por un lado, los optimistas sostienen que la digitalización del mercado laboral va a crear más empleos con salarios más altos, y más puestos de trabajo con salarios relativamente altos para trabajadores altamente cualificados con mayores niveles de autonomía y flexibilidad que resultarán más atractivos para los trabajadores jóvenes. Por otro lado, los pesimistas señalan que habrá un «desempleo tecnológico» masivo cuando se incorporen las nuevas tecnologías ya que se perderán puestos de trabajo para aquellos trabajadores que estén menos cualificados y se crearán más puestos más precarios. Asimismo, esta tendencia tecnológica probablemente cause una migración de los puestos de trabajo localizados en países subdesarrollados hacia los países con economías más ricas y mucho más desarrolladas. Un escenario que empieza a tomar forma de una manera vertiginosa, y que requiere miradas y decisiones inmediatas.

Fuentes:

http://nuso.org/articulo/la-digitalizacion-de-la-produccion-en-busca-de-un-paradigma-40-para-sindicatos/
http://gestion.pe/tecnologia/revolucion-robotica-china-podria-afectar-todo-mundo-2198355

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